Mr 15:24-26 “Cuando le hubieron crucificado, repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes sobre ellos para ver qué se llevaría cada uno. 25 Era la hora tercera cuando le crucificaron. 26 Y el título escrito de su causa era: EL REY DE LOS JUDÍOS” 

Los soldados romanos tenían la costumbre de repartir las vestiduras de los condenados a muerte como gratificación. Juan agregó que primero las partieron en cuatro, pero luego decidieron echar suertes para ver quien se quedaba con todo (Jn 19:23,24). Los evangelios de Juan y Mateo recalcaron el cumplimiento de la profecía hecha por el Rey David muchos años atrás (Salmo 22:18) como testimonio mesiánico de “Jesús el Cristo”.

Marcos menciona que esto sucedió en la hora “tercera”. Esto significa que eran las nueve de la mañana cuando crucificaron al Señor. Y el título que pusieron fue “Rey de los Judíos” en letras griegas, latinas y hebreas (Lucas 23:38) Pilato había mandado poner esta inscripción, pero los principales sacerdotes se opusieron y solicitaron cambiar el título, según lo menciona Juan en su evangelio (Jn 19:21) Y que se escribiera la causa por la cual lo juzgaron, que él era el que había dicho que era Rey de los judíos y por eso había sido condenado, y no porque realmente fuera el Rey de ellos. Pero Pilato no sucumbió a la necedad de los sacerdotes y agregó “lo que he escrito, he escrito” (Jn 19:22).