El hombre de la mano seca, Mr. 3: 1-6 

Mr 3:2 “Y le acechaban para ver si en el día de reposo le sanaría, a fin de poder acusarle”. 

Interesante la incongruencia de una vida sólo basada en la religión, los enemigos no dudaban del poder de Jesús, se describe la actitud, esperaban un milagro, pero no porque estaban preocupados por el hombre de la mano seca, sino para acusar al Maestro. Su actitud no tiene comparación, pues lejos de ver la terrible necesidad en la que se encuentra este hombre, su única preocupación es usar esa necesidad para dañar al Maestro.