La hija de Jairo, y la mujer que tocó el manto de Jesús, Mr 5:21-43 (Mt 9.18-26; Lc 8.40-56) 

Mr 5:25-26 “Pero una mujer que hacía doce años padecía de flujo de sangre. 26 Y había sufrido mucho de muchos médicos, y gastado todo lo que tenía, y nada había aprovechado, antes le iba peor”.

Según la ley: “Cuando la mujer tuviere flujo de sangre, y su flujo fuere en su cuerpo, siete días estará apartada; y cualquiera que la tocare será inmundo hasta la noche. (Lv 15:19-33).Es posible imaginar doce años de ser inmunda para todos los demás? La condición de esta mujer era muy triste pues vivía aislada de las demás personas debido a su situación, y esto producía pena profunda en su vida diaria.

Al parecer esta mujer llevaba una vida sufriente y desgastante física, moral y económicamente, pues había recurrido a todo remedio natural. Su condición empeoraba con el transcurso del tiempo, y aunque es probable que contaba con buenos recursos económicos, pues había visitado muchos médicos, ninguno pudo solucionar su problema, el cual empeoraba cada vez más en lugar de mejorar.