En este momento, hay un cambio de escenario, distintivo del evangelio de Marcos. El relato describe la convicción del Señor de continuar con el propósito para el cual había vendido al mundo. Debido a lo anterior no se detuvo más de lo necesario en un sitio determinado (Exelthontes: partir, salir de) sino seguir avanzando, para completar el recorrido de tres años de ministerio en el mundo, hasta la ciudad de Jerusalén, para completar la misión encomendad por el Padre. En el episodio de Galilea sus discípulos aun no estaban preparados para comprender lo que les esperaba rumbo a Jerusalén.