En Lucas 17:1. Encontramos, “Dijo Jesús a sus discípulos: Imposible es que no vengan tropiezos; mas ¡ay de aquel por quien vienen!” La advertencia del Señor está dirigida a aquellos líderes religiosos, pasados y presentes, que son influencia en sus seguidores. Pero en contraposición a los valores del Reino de Dios, están llenos de la vanagloria de este mundo y con sus acciones ponen en peligro la salvación de los recién convertidos. Sería más sabio de su parte usar el método quirúrgico, metafórico, de la extirpación, en este caso la mano como instrumento de pecado, que no entrar en la vida eterna (Zoen), en donde la salud para el hombre será perfecta, que entrar a lo opuesto de la vida eterna que es la muerte eterna en donde de nada servirá tener los dos brazos con el pecado acuestas.
Nota aclaratoria: La palabra que Jesús utiliza para infierno es “hinon” un lugar en las afueras de Jerusalén en donde se tiraban toda clase de basura, el judío que pasaba por ese lugar, podía observar la podredumbre y descomposición de está por las larvas. Continuamente prendían fuego a los desperdicios. El Señor Jesús les dice que la muerte eterna del pecador será parecida a la visión del hinon.