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Pablo se presenta como siervo de Dios. Una presentación que no había usado con regularidad, y que pasa pronto de ser una presentación con saludo afectuoso, a convertirse en una introducción teológica que describe el apostolado de Pablo, que implica la fe y el conocimiento de la verdad fundamentada en la esperanza de la vida eterna. Pablo jamás deja de enfatizar el privilegio de su llamado y encomienda, así como la de manifestar la seguridad y certeza de la palabra y los propósitos de Dios.
“el conocimiento de la verdad que es según la piedad”. Pablo insta a Tito a predicar un evangelio que produzca en quien lo acepte, una vida transformada, obediente a los requerimientos bíblicos, una vida piadosa, (1:16) llena de amor genuino (1 Cor 13:1).
: La obediencia al llamado produce urgencia de proclamar el evangelio de Cristo, sin desmayar, sin desanimarse, sin frustrarse por ninguna adversidad, con una meta clara, con una persistencia inquebrantable y un propósito definido. Pablo expresó: “Me es impuesta necesidad de que predique el evangelio y ¡ay de mi si no predico! (1 Co 9:16) ¿Cómo describiríamos nuestra firmeza en la vida cristiana? ¿Cuál es la dimensión de la pasión que nos mueve?
“en la esperanza de la vida eterna, la cual Dios, que no miente, prometió desde antes del principio de los siglos”. Hebreos 6:18 afirma que: “es imposible que Dios mienta”. Es decir, que Su palabra, está contenida en “la Palabra de Dios”, la Biblia. Qué los santos hombres que la escribieron fueron inspirados por el Espíritu Santo, para dar a conocer la verdad divina a la humanidad. Y de alguna manera, Pablo hace un adelanto de lo que menciona en Tito 1:12 sobre una posible cultura nacional.
“Tito, verdadero hijo en la común fe” sugiere que él era un legítimo hijo en la fe, y luego un asociado muy cercano al Apóstol. Tito, un gentil, fue uno de los colaboradores en los que más confió y dependió, lo menciona 13 veces en sus epístolas. Pablo envió a Tito a Corinto en varias misiones especiales para ayudar a la iglesia en sus problemas (2 Co 7, 8). Pablo y Tito también viajaron juntos a Jerusalén (Gá 2:3) y a Creta (Gá 1:5) en donde lo dejó para que guiara a las nuevas iglesias en su desarrollo. Lo menciona por última vez en 2 Ti 4:10, cuando se está despidiendo de sus amados. Tito tenía la habilidad para liderar, por lo tanto, Pablo le asignó responsabilidades conforme a sus talentos.
Es recurrente el Apóstol, tanto en las salutaciones como en las bendiciones finales, haciendo uso de palabras tales como: gracia, fe, misericordia, paz. Todas provenientes de Dios Padre y del Señor Jesucristo nuestro Salvador.
La Epístola a Tito aborda cuatro grandes temas:
1. La administración de la Iglesia, a cargo de hombres piadosos “ancianos”, de carácter comprobado que tengan éxito en la dirección del hogar: Tito 1:5-9, junto a 1 Timoteo 3:1-13, constituyen las dos listas en el NT enumerando los requisitos para el liderazgo en la iglesia.
2. Dos resúmenes de la verdadera naturaleza de la salvación: Tito 2:11-14 y Tito 3:4-7
3.-Una delineación de la manera cristiana en la que deben vivir los ancianos - personas mayores- (2:1,2), las ancianas (2:3,4), las mujeres jóvenes (2:4,5), los jóvenes (2:6-8) y los siervos (esclavos) 2:9,10). Una relación condensada de la lista que Pablo le precisó a Timoteo (1 Ti 5:1-6:2).
4. La manera correcta de vivir: produciendo buenas obras, una vida justa, una fe genuina, ejemplos ante la familia, la iglesia y la sociedad. Tito 1:16; 2:7,14; 3:1, 8,14.
