Mateo 1:7-11 el tiempo de los reyes… "Salomón engendró a Roboam, Roboam a Abías, y Abías a Asa. Asa engendró a Josafat, Josafat a Joram, y Joram a Uzías. Uzías engendró a Jotam, Jotam a Acaz, y Acaz a Ezequías. Ezequías engendró a Manasés, Manasés a Amón, y Amón a Josías. Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos, en el tiempo de la deportación a Babilonia."

Nota Histórica.: En este bloque se citan a los reyes emanados de la tribu de Judá, Mateo introduce en la genealogía a los reyes sucesores de David, por la línea de Salomón, hablando en términos humanos, uno de los reyes más grandes de la nación de Israel. Según el testimonio del Espíritu Santo cuando Salomón inició su reinado dice que “amaba a Jehová y obedecía sus estatutos” (1 R 3:3).

Nota devocional: Salomón al humillarse ante su Dios y solicitar únicamente sabiduría para gobernar a un pueblo tan numeroso, el Señor le concede aún más cosas que a la postre le darían sabiduría, discernimiento, fama y riqueza sin igual. Fue el rey que de acuerdo a la promesa a David su padre, construyó el primer templo a Jehová, donde la gloria se manifestó de forma poderosa anticipando la llenura y el derramamiento del Espíritu Santo en el día de pentecostés, sin embargo, como sucedió con la gran mayoría de los hombres mencionados en la genealogía de Jesús, la vida de Salomón terminó en fracaso.

Para Meditar: El puente hermenéutico para nuestros días nos revela que la iglesia del siglo XXI debe reflexionar sobre su cosmovisión y la práctica del discipulado como estilo de vida. Aquella gran nación de los tiempos de David, quedó reducida a dos tribus en el sur, Judá y Benjamín. Las restantes diez tribus del norte quedaron separadas de sus hermanos.

Para los judíos modernos fue la violación de la Torá lo que originó la conquista y dispersión de las doce tribus de Israel. Para nosotros es la desobediencia a la palabra de Dios, es decir, una lección para los cristianos de este siglo XXI.