Señales antes del fin, Mt 24:3-28
Mateo 24:15 “Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel (el que lee, entienda),”

´´La abominación desoladora´´, es un término que se utiliza en Daniel para referirse al más grande sacrilegio cometido en el templo de Jerusalén (Dn. 9:27; Dn. 9:31; Dn.12:11), cuando el rey sirio Antíoco IV, sacrificó un cerdo sobre el altar y con los residuos que soltó el sacrificio roció los rollos sagrados, después sus enemigos le apodaron el loco (Epímanes).

Jesús consideraba también a la profecía de Daniel una aplicación posterior, cuando el ejército romano iba a sitiar la ciudad de Jerusalén y destruir el templo, lo cual ocurrió en el año 70 d.C. y el general Tito colocó una imagen en el templo incendiado, y al final de los tiempos el anticristo levantará una imagen de él y ordenará ser adorada (2 Ts. 2:4), estas abominaciones tienen como propósito desmitificar lo santo.