Después de la tribulación seguirán las señales cósmicas (Is.13:10; anunciando que el inevitable regreso de Cristo está a las puertas, esto alertará a los creyentes que sobrevivan a la gran tribulación afirmando su fe en lo que la Palabra les ha declarado, entonces aparecerá Él en las nubes con poder y gloria acompañado de todos los creyentes que fueron tomados en el arrebatamiento, acto seguido juzgará a los malos (AP. 9:11-20:23), liberará a su pueblo y establecerá hasta entonces la anunciada justicia en la tierra (Ap. 2:4). Lo anterior provocará dos reacciones en la humanidad, una de terror y miedo para los que serán juzgados, pero alegría y gran gozo para los suyos.