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Jesús promete al Espíritu Santo, Jn 14:15-31
Jn 14:30-31 "No hablaré ya mucho con vosotros; porque viene el príncipe de este mundo, y él nada tiene en mí. Mas para que el mundo conozca que amo al Padre, y como el Padre me mandó, así hago. Levantaos, vámonos de aquí."
El tiempo estaba avanzando y aún había cosas qué decir antes de que el príncipe de este mundo actuara en contra del Mesías. La cláusula de “príncipe de este mundo”, es a todas luces Satanás. Jesús resalta que todo lo que se está manifestando, la traición de Judas, los que estaban planeando su muerte, los soldados, todo está en el plano espiritual; la gente que se estaba moviendo humanamente, en realidad era el mismo Satanás con su deseo de interrumpir el plan de salvación. Jesús afirma que Satanás y su poder no tienen autoridad sobre él.
Ahora era momento de poner en práctica la enseñanza del amor, nada mejor que un ejemplo práctico para esto. Jesús les demuestra cómo el amor hacia el Padre llega a ser tan profundo que hay disposición para conducirse hacia la muerte sin resistencia, sin otro móvil que la obediencia por amor. Les ordena salir del aposento alto para mostrarles que estaba dispuesto a obedecer al Padre celestial, un tiempo en el Getsemaní estaba dentro del itinerario de Jesús antes de ser apresado y lo aprovecharía para seguir instruyendo a sus amados discípulos.
Para Meditar: Aquí está la enseñanza más grande del amor, el Hijo obedeciendo al Padre, aunque ese amor le conducía a la muerte aun así no se resistió. Bienaventurados seremos sus discípulos, mostrando ese amor hoy en día.
