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Arresto de Jesús, Jn 18:1-11.

Jn 18:3 “Judas, pues, tomando una compañía de soldados, y alguaciles de los principales sacerdotes y de los fariseos, fue allí con linternas y antorchas, y con armas ".

Las autoridades judías habían pagado anticipadamente a Judas treinta monedas de plata (Mt 27:3) para que se sintiera obligado a cumplir su promesa de traicionar a Jesús. Además, ellos involucraron a Judas en su papel de hombre clave en medio de una compañía que tenía indicaciones de actuar a la señal de éste. Le enviaron con una “compañía(del griego speira: se puede utilizar en tres sentidos: 1) cohorte romana que constaba de seiscientos soldados; 2) cohorte de hombres de auxilio que constaba de mil hombres, doscientos cuarenta a caballo y seiscientos sesenta de infantería; y 3) un grupo formado por doscientos hombres) de soldados romanos acuartelados en la Torre Antonia, adyacente al área del templo. Las autoridades judías podían solicitar estas “compañías” en aras de mantener el orden y la seguridad pública. Además, enviaron “alguaciles” que era la policía encargada de mantener el orden en el templo. El sanedrín también contaba con alguaciles que ayudaban a que el pueblo cumpliera sus leyes. Muchos de ellos estaban armados. Era tal el poder de Jesucristo que sus enemigos sintieron que necesitaban todo un ejército para capturarlo y someterlo.