Aquí están las positivas excepciones al rechazo. Hubo quienes, en el tiempo de Jesucristo, reconocieron que venía de Dios, que era Hijo de Dios, enviado por Dios a este mundo. Ellos vieron los milagros y señales, que como mencionara Nicodemo, no se harían si Dios no estuviera con él. Aceptar el testimonio de Cristo, es aceptar todo lo que Dios Padre ha dicho y hecho.