Ayes sobre las ciudades impenitentes; 10:13-16  

Lc 10:13 “¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Que si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que se han hecho en vosotras, tiempo ha que sentadas en cilicio y ceniza, se habrían arrepentido”.  

Corazín y Betsaida eran dos poblaciones de Galilea muy cercanas, ésta última era la aldea de Felipe, el apóstol. En una expresión muy semita se emiten estos dos “ayes” (¡AY! Es una interjección de dolor, denuncia y calamidad;aparece 15 veces en Lucas y en Apocalipsis 13 veces, y siempre en una lastimera expresión de dolor por el juicio) uno sobre cada población donde Jesús hizo grandes milagros, donde su gente pudo palpar las maravillas y misericordias de Dios pero que por su incredulidad rechazaron el regalo de Vida Eterna. Se les compara a Tiro y a Sidón que parecen más sensibles que los galileos. Jesús enseña que si Tiro y Sidón, ciudades fenicias que pecaron contra Dios (Amós 1:9; Joel 3:6), hubieran presenciado lo que Corazín y Betsaida vieron en cuanto a los milagros del Señor, se hubiesen arrepentido. La oportunidad que dejaron pasar estos pueblos indolentes de Galilea era en realidad imperdonable.