El buen samaritano, 10:25-37  

Lc 10:25 “Y he aquí un intérprete de la ley se levantó y dijo, para probarle: Maestro, ¿haciendo qué cosa heredaré la vida eterna?.

Al ver el éxito de Jesús los celos se apoderaban de los religiosos y constantemente dirigían sus ataques contra el Salvador, ataques que eran contestados con sabiduría y amor. En esta ocasión un “intérprete” lo prueba con una pregunta que pudiera causar polémica: ¿qué cosa haré para heredar la vida eterna? Este intérprete es en realidad un abogado, el vocablo griego que se usa significa jurista, abogado. Quizá había oído la expresión que Jesús les hizo a los setenta de que sus nombres estaban escritos en los cielos, algo que a todas luces no era compatible con el arquetipo religioso del momento, así que el abogado busca “probarlo” o “atrapar” como también se puede traducir el término. La perspectiva del abogado es que la salvación es por obras, ¿qué gran obra lleva a un hombre a la vida eterna?