De nuevo, el tema de la persecución permea las palabras del Maestro. ¡Cuán sublime mensaje, desde hace miles de años! Dios se preocupó por las palabras, que cada cristiano debe responder las autoridades eclesiásticas o políticas. El creyente debe estar preparado con oración y lectura bíblica para cuando llegue el momento. ¿Cómo logrará un creyente tener palabras exactas a las amenazantes preguntas de sus verdugos? ¡Será el mismo Espíritu Santo quien ponga esas respuestas en los labios de cada uno de ellos! ¡Maravillosa ayuda sobrenatural que derribará los amenazantes muros de los perseguidores!