Parábola del Sembrador, Lc 8:4-15 (Mt 13:1-15; Mr 4:1-20)  

Lc 8:13-14 “Los de sobre la piedra son los que habiendo oído, reciben la palabra con gozo; pero éstos no tienen raíces; creen por algún tiempo, y en el tiempo de la prueba se apartan. 14 La que cayó entre espinos, éstos son los que oyen, pero yéndose, son ahogados por los afanes y las riquezas y los placeres de la vida, y no llevan fruto” 

La semilla que cae en las rocas se refiere a los que les gusta el mensaje, les gusta la iglesia, tienen cantos cristianos en su casa, pero carecen de verdadera profundidad; así como le cantan a Dios, le cantan a las imágenes, practican orientalismo, o creen en la reencarnación. No tienen raíces, es decir, van de aquí para allá.

La que cayò entre espinos: Esta tierra representa a las personas sensuales, aquellos que les gusta demasiado el mundo con sus placeres. Cuando empiezan su caminar en esta vida de cristianos, el mundo les gana, el pasado les persigue, son esclavos de la carne, son seducidos una y otra vez, al final, optan por estar entre el pecado y la penitencia. Los placeres. sirve para referirse a alguien que está dominado por los deleites mundanales. Las personas esclavizadas por esta tríada diabólica: afanes, riquezas y placeres. No llevar fruto: Uno puede imaginar que estas gentes pueden dar algún tipo de fruto, pero el fruto nunca llega a la madurez, cae el producto del árbol cuando aún está pequeño.