Alimentación de los cinco mil, Lc 9:10-17 (Mt 14:13–21; Mr 6.30–44; Jn 6.1–14)  

Lc 9:12 “Pero el día comenzaba a declinar; y acercándose los doce, le dijeron: Despide a la gente, para que vayan a las aldeas y campos de alrededor, y se alojen y encuentren alimentos; porque aquí estamos en lugar desierto”.  

Era ya entrada la tarde, el lugar, según Lucas “era desierto”; es decir, muy despoblado. Atropelladamente corrían hacia la salvación y misericordia, pero olvidaron que el cuerpo sigue siendo terrestre, con necesidades muy fisiológicas.

Para meditar: Los discípulos no eran gente muy paciente, así que la solución para ellos era “despedirlos”, es decir, que la gente se fuera y vieran ellos mismos qué hacer con el hambre que traían. Para muchos es detestable atender personas, les gusta la fama, pero no la responsabilidad de atender sus almas, pues no las aman como el Señor. Varias veces vemos la impaciencia de los doce: “despídela…” (Mt. 15:23); “se lo prohibimos…” (Mr. 9:46); “que descienda fuego del cielo… y los consuma? (Lc. 9:54).