Una vez más, el libro de Marcos recalca la acción pedagógica de Jesús al levantar en brazos a un niño, para bendecirlo alabando la inocencia y humildad del infante, poniendo sus manos sobre la cabeza de esté, en señal de bendición.
Nota para reflexionar: Todos los integrantes de la familia en el mundo tienen acceso a las enseñanzas doctrinales del Señor Jesucristo, sin embargo hay que acercarse con la humildad debida.