Las personas ciegas como el hijo de Timeo se colocaban en lugares estratégicos de mucha circulación. Es aquí en donde el hijo de Timeo, le grita a Jesús con todo lo que da su garganta, reconociendo que estaba pasando el descendiente del rey David, rogándole compasión, piedad y misericordia (del hebreo hamal)
A gran número de los que pasaban rumbo a Jerusalén, para celebrar la pascua, les molestó grandemente la actitud desesperada del hombre discapacitado. Sin embargo, el hombre ciego no se intimidó, sino grito aún con más desesperación.