El ciego Bartimeo recibe la vista, Mr 10: 46:52 

Mr 10:52 “Y Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha salvado. Y en seguida recobró la vista, y seguía a Jesús en el camino.”  

Ante la necesidad fuertemente expresada del hombre, Jesús no permanece inconmovible, primero le declara su sanidad salvífica y después la sanidad de sus ojos. Le ofreció la alternativa de regresar a su vida anterior, sin embargo dejó todo atrás, no como el joven rico (vr. 29-30) y siguió a su, ahora, maestro rumbo a Jerusalén.