Debido al reconocimiento que el legislador del pueblo de Israel, Moisés, hace de Dios como creador del universo y de todo cuanto existe, Jesús expone la ridícula interpretación de los fariseos a la interpretación del pacto matrimonial evidenciándolos delante de los discípulos y la multitud, suponiendo que ellos eran los doctores de la interpretación de la Torah. La conclusión de la enseñanza era que el diseño de Dios no se podía disolver por una carta escrita por es esposo con la decreto de abandonar a su mujer.
Jesús respondiendo con otra pregunta acerca de las directrices que debían regir el reino de Dios, desde la creación. Hace mención de Génesis 2: 23-25.
Nota doctrinal: En los presentes tiempos posmodernos, el incomparable y precioso don de la unión matrimonial está en peligro, los contemporáneos se expresan que “el modelo tradicional” está pasando de moda; incluso, tristemente en los cristianos el índice de los que se divorcian o se unen libremente está creciendo alarmantemente en América Latina. La respuesta de Jesús a los fariseos y a sus seguidores seguirá siendo la misma. Lo que unió Dios, no lo puede separar el hombre.