Jesús estaba poniendo en duda el conocimiento que tenían acerca de la Ley, cómo le habló Dios en la zarza, la “shekinah gloria," una revelación o teofanía de Dios, manifestada a Moisés, un hecho sobrenatural, maravilloso. Jesús les recuerda que le dijo a Moisés: Yo soy el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob” los patriarcas más respetados.