-Al mar de Galilea, se le llama también lago de Genesaret (Lc. 5:1) y mar de Tiberias (Jn. 6:1). Una de las ciudades importantes y prósperas situada a la orilla de este mar era precisamente Capernaúm-
Jesús se dirigió hacia el mar, probablemente para descansar, pero la gente lo siguió hasta allá y él no rehusó enseñarles aunque esto significara sacrificar su descanso. Sin importar la hora o el lugar, las multitudes siempre contaron con la atención y las palabras del maestro.