Lo que contamina al hombre, Mr 7:1-23 

Mr 7:11 “Pero vosotros decís: Basta que diga un hombre al padre o a la madre: Es Corbán (que quiere decir, mi ofrenda a Dios) todo aquello con que pudiera ayudarte,”.

El vocablo griego “Es Corbán”, tiene su raíz en el hebreo y caldeo respectivamente, era un presente que se santificaba y que iba a dar al fondo del tesoro del templo, una habitación donde estaba el cofre de las contribuciones (Strong 2878). Marcos específica “lo que quiere decir” la palabra corbán: “mi ofrenda a Dios”, representaba acercar un presente o algo hacia el altar, u ofrecer ofrenda sacrificial, un tesoro a Dios (Strong 7133). Sin embargo, empezaron a introducir un mandamiento de hombre, porque si el hijo se molestaba con sus padres entonces tenía la oportunidad de hacer un “voto”, de dar una ofrenda aparentemente para Dios, cuando en realidad quería evadir dar un sostén a sus padres. Por lo tanto, dedicaban dinero a Dios para no ayudar a sus padres, de esta manera sus conciencias quedaban libres, tomando a Dios de excusa.

Nota doctrinal: Dios nunca va a contradecir su Palabra, el mandamiento de Éxodo 20:12, es claro “honra a tu padre y a tu madre”, no se puede pasar por alto, los progenitores tienen autoridad delegada por Dios para supervisar, dirigir e instruir a sus hijos en el camino de Dios (Pr 1:8). La palabra hebrea para honra es (כַּבֵּ֥ד kab-bed) un verbo que normalmente se define como honrar, tener respeto, en alta estima; es dar y reconocer a alguien como importante. Es imperativo, lo cual significa que es un mandato de Dios, el cual apela a la voluntad de la persona para desarrollarlo. La autoridad de los padres era y sigue siendo de gran peso.