Parábola de la levadura
Mateo 13:33 - “Otra parábola les dijo: El reino de los cielos es semejante a la levadura que tomó una mujer, y escondió en tres medidas de harina, hasta que todo fue leudado”.

La parábola de la semilla de mostaza y la parábola de la levadura tratan del crecimiento seguro del reino por medio de la proclamación del evangelio. En ambas es sobresaliente el cambio y la comparación entre el inicio y el final. Con inicios humildes se alcanza la plenitud de poder y de grandeza. Sólo basta un poco de levadura para fermentar una gran cantidad de harina. Así sólo es necesario un débil y humilde de corazón que pueda ser usado para la proclamación de la grandeza del evangelio.

Las noticias de salvación penetran en el corazón humano transformándolo. De la misma forma que la levadura va fermentando poco a poco la harina hasta leudarla, el Espíritu Santo moldea al creyente convirtiéndolo en un instrumento de honra para la predicación de su Palabra.