La fe de la mujer cananea

Mateo 15:21 “Saliendo Jesús de allí, se fue a la región de Tiro y de Sidón”.

Jesús se dirigió a un territorio gentil, (Tiro y Sidón) en la costa del mar Mediterráneo. Tiro fue la metrópoli de los cananeos y Sidón estaba en el norte donde termina aquella provincia-
¡El Pastor buscando a las ovejas! Aunque primero permaneció en una casa con la intención de ocultarse temporalmente (comparar con Mr 7:24-30) Hay quienes argumentan que no fue la intención del Maestro ejercer su ministerio en esa región. Pero se anticipó en cierta forma a la misión universal del evangelio.

“Fue digna de atención la conducta del Señor, quien en el momento en que separó a los judíos de la observancia sobre los alimentos, abrió la puerta a los gentiles. Así también Pedro recibió en una visión la orden de abolir esa ley, e inmediatamente fue enviado a Cornelio (Hch 10:5). Pero si alguno pregunta: ¿Cómo es que después de haber dicho el Señor a sus discípulos que no fueran por los caminos de los gentiles, ahora El mismo va por ese camino? Contestaremos en primer lugar, que el Señor no estaba sujeto al precepto que dio a los discípulos, y además porque no fue allí a predicar y por eso dice San Marcos en 7:24 “que se ocultó a sí mismo”. (Juan Crisóstomo, homiliae in Matthaeum, hom. 51,1)

Para Meditar: Dios declara sus atributos –omnisciencia, omnipresencia y omnipotencia- no sólo en la cercanía, también desde muy lejos, (Jer 23:23) Él está plenamente consciente de lo que sucede y no existe lugar remoto ni tiniebla alguna que opaque su poder. Siempre acude en el momento que le invocamos, aun cuando no tengamos derecho a ello por causa de nuestras transgresiones, ¡Cuánto amor del Creador que acude a nosotros en el momento oportuno! Aunque muchas veces es la necesidad la que nos empuja hacia Él, su misericordia es expedita. Las promesas de bien son para nosotros y para nuestros hijos también.