Según la ley de Moisés, un delincuente recibía un castigo similar a su falta (Ex 21:24), pero Jesús nos acerca a nuestros enemigos y establece una perspectiva más conveniente en el trato con ellos. La antigua ley sugería un castigo notorio, justo y ejemplar que intentaba aplacar el deseo de venganza de la persona afectada, sin embargo Jesús apela al perdón y el amor a través de la empatía y el razonamiento.
Texto controversial: Las palabras de Jesús (v39) no indican que debemos permitir el abuso físico y emocional para encajar con las demandas de otros, más bien, nos llevan a la práctica de la tolerancia en el sentido de respetar las ideas y actitudes de otras personas aunque no coincidan con las nuestras. “Devolver la otra mejilla” describe la capacidad de aceptar el aporte de los demás y refleja la disponibilidad antes que dejarse llevar por la resistencia y la negación ante un conflicto.
“No resistáis al que es malo”. La palabra “resistir” expresa rechazo, oposición y desafío, no obstante Jesús nos da una perspectiva diferente y aboga por un servicio desinteresado. Era legal que un romano solicitara a un judío llevar su carga por una milla y luego dejarlo libre, sin embargo la instrucción de Jesús mira más allá de un simple cumplimiento del deber y nos recomienda ofrecer un poco más.
Desde luego estos consejos que dio el maestro estaban por encima de la ética acostumbrada por los judíos y los romanos, pero sin duda que esta nueva perspectiva les dio la oportunidad de conciliar mejores relaciones.