Mateo 5:9 “Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.”

Antes que todo, Dios llama al creyente procurar la paz (He 12:14). El creyente debe evitar las contiendas (Fil 2:14;1 Tim 2:23) y no enredarse en cuestiones necias e insensatas. No obstante, el creyente debe buscar la reconciliación entre los hombres y con Dios (2Co 5:18). El apóstol Pablo buscó la pacificación ente Filemón y Onésimo (Fil 1:10:12) logrando un maravilloso ejemplo de reconciliación. Dios nos reconcilió consigo mismo a través de Cristo (2Co 5:19) y ahora el deber es servir como ministros de reconciliación a través del evangelio.

“Serán llamados hijos de Dios”. La dicha de ser llamado hijo de Dios conlleva una gran responsabilidad. El creyente ahora es parte de la familia de Dios y como tal comparte esa misma bendición con el mundo a través del mensaje de salvación.