Jesús y la oración, Mt. 6:5-15 (Lc 11:2-4)
Mateo 6:5 “Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa”.

Nota Histórica: Cuando se acercaba el tiempo de la oración los fariseos caminaban más aprisa para estar en el momento justo en las esquinas que era donde había afluencia de personas con el propósito de ser admirados por los demás, sin embargo, eso era todo lo que recibirían.

Ningún judío tenía necesidad de ser enseñado en la práctica de la oración porque eran rigurosos en eso, pero sí en la forma correcta de hacerlo, y a eso se enfocó el Señor Jesús.

“Ya tienen su recompensa”. Esto significa que ya no hay nada más que hacer, la palabra “tienen” se usaba en transacciones comerciales para “dar un recibo” que indicaba que ya estaba saldado y aceptado por las partes involucradas.

Para meditar: Pensar que los hipócritas no se encontraban en un solo lugar es interesante, ellos estaban en las sinagogas y en las calles, lo que nos motiva a cuidarnos. No porque estemos en una congregación nos encontramos a salvo de ser, conocer, o convivir con algún orgulloso o hipócrita, por lo que la recomendación de guardarse es para todos, tanto para los ministros del altar como para la iglesia en general. Por ello, caminar sobre el parámetro que dejó Jesús: hacerlo como para él y no para los hombres (Col. 3:23-24).