¿Quién tiene más autoridad?
Mateo 7:28-29 - 28 "Y cuando terminó Jesús estas palabras, la gente se admiraba de su doctrina; 29 porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas."

En el tiempo del ministerio de Jesús, existía un grupo especializado en escudriñar la Tora y enseñarla, ellos eran los escribas, los cuales, habiendo surgido en los tiempos de Esdras, llegaron a ser el grupo especializado en copiar las sagradas escrituras de forma fidedigna. En sus inicios los sacerdotes eran también escribas (Esd. 7:1-6). El trabajo de los escribas era muy estricto y disciplinado, de tal forma que, para cuidar la fidelidad de cada copia, contaban cada palabra y cada letra, ellos para poder escribir una palabra debían pronunciarla primero, no hacerlo, era considerado pecado. En los tiempos de Jesucristo, los escribas eran considerados como los exponentes de la ley.

Para Meditar: El Señor Jesucristo reconoció su labor: “ En la cátedra de Moisés se sientan los escribas y los fariseos. 3 Así que, todo lo que os digan que guardéis, guardadlo y hacedlo; mas no hagáis conforme a sus obras, porque dicen, y no hacen” (Mt 23:2-3). Esta última recomendación de Cristo, es la clave para describir la falta de autoridad moral y espiritual de los escribas y que la gente reconociera la autoridad espiritual en la enseñanza de Jesucristo.

Contrario al primero, al segundo hombre constructor, Cristo le dice que es un insensato, porque construyó su casa sobre la arena y como consecuencia sus cimientos no eran firmes de tal manera que descendieron lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina. Representa al creyente que no llega a ser discípulo porque escuchó la palabra, pero no fue hacedor de ella. No fue cuidadoso en construir su vida espiritual con la seriedad que se requiere.

Nota de Carácter Etico: Cuando los ministros enseñan lo que no practican se convierten en profesionales espirituales. Cuando enseñan con autoridad impositiva y no con la gracia de Dios, cuando imponen enseñanzas difíciles que ellos mismos no hacen el intento de aplicarlas a su vida. Cuando quieren lucir sus grados académicos y ser vistos por la sociedad como los eruditos en la materia, entonces se cumple lo que Cristo dijo de los escribas y los fariseos en Mateo. 23:13-36, que solo quieren la fama y el reconocimiento de este mundo; los cuales en lugar de ayudar a la salvación de las almas, la estorban, que tergiversan la interpretación de la palabra de Dios, que ponen énfasis en sus enseñanzas en cuestiones pequeñas, dejando a un lado lo esencial: la exaltación suprema al Rey de reyes, la humillación de un siervo y el reconocimiento al supremo maestro, el Señor Jesucristo.