Jesús sana a un leproso, Mt. 8:1-4. (Mr. 1:40-45; Lc. 5:12-16)
Mateo 8:1-4 - "Cuando descendió Jesús del monte, le seguía mucha gente. Y he aquí vino un leproso y se postró ante él, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme. Jesús extendió la mano y le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante su lepra desapareció. Entonces Jesús le dijo: Mira, no lo digas a nadie; sino ve, muéstrate al sacerdote, y presenta la ofrenda que ordenó Moisés, para testimonio a ellos."

La lepra es una enfermedad que en los tiempos bíblicos no solo era incurable, sino que tenía implicaciones físicas, sociales y religiosas. Es muy probable que en tiempos antiguos llamaran lepra a muchas enfermedades de la piel, pero aquí se refiere aquella que provocaba llagas en el cuerpo, volvía blanco el cabello, y además no era superficial, sino que afectaba músculos y nervios. Esta era contagiosa, dolorosa y deformaba a las personas. (ver comentario en Mr 2:40-44)

En lo social, quienes la padecían eran objeto de un gran desprecio de parte de todos. Cuando los leprosos escuchaban o miraban que alguien se acercaba, ellos debían gritar “Inmundo, inmundo…”, y en la cultura de Israel, nada más ofensivo a la dignidad de las personas que el ser llamado de esa manera, en este caso ellos se llamaban así mismos de esa forma.

En el aspecto religioso, alguien inmundo estaba separado del pueblo de Dios, incluso, uno de los nombres de la lepra era “azote de Dios”, ya que tenerla era atribuida a un gran pecado contra Dios. Incluso, en la Palabra de Dios, los leprosos no sanan, son limpiados, porque no la consideraban una enfermedad, sino una justa retribución a su pecado, por eso debían ser limpiados. Los leprosos eran seres despreciados, por lo que se les expulsaba de la sociedad, se prohibía todo trato con ellos y tenían que vivir de las dádivas. Difícilmente se podía encontrar gentes más miserables que ellos.

En este pasaje se observan varias cosas que Jesús hace y que son contrarias a la costumbre y a la ley. Ahora bien, esto no significa que Jesús rechace la ley o la use a su conveniencia. El afirmó en Mateo 5:17-19 que vino a cumplirla, y que ni una sola tilde se quitaría. ¿Cómo entender que Jesús vino a cumplir la ley, cuando vemos que él quebrantó el día de reposo e hizo cosas que la ley no le permitía llevar a cabo, como en este caso, acercarse y tocar a un leproso? Sin embargo, cuando le preguntaron sobre cuál era el más grande mandamiento, dijo, “amarás al Señor con toda tu mente, corazón y fuerzas, y el segundo es semejante, amarás a tu prójimo como a ti mismo, y en esto se resume toda la ley” (Mt. 22:36-40). Es decir, después de amar a Dios, el más grande mandato es amar al prójimo, y nada deberá estar encima de eso. De manera que Jesús respetaba y cumplía la ley, y cuando se observa que aparentemente no lo hace es porque se pretendía aplicar la Ley contrariando la misericordia, como lo vemos en este caso particular.

El leproso vino y se postró ante Jesús. El debía gritar que era inmundo y apartarse, pero no lo hizo, en cambio se acercó y al postrarse proclamó el señorío de Jesús. Nada indica que le reconociera como Dios, sin embargo, postrarse es una forma de adoración, (Sal. 95:6) le llama Señor, y sabe que si Jesús lo desea él puede ser limpio. Y al ser limpiado de la lepra, no solo su cuerpo sería sanado, sino que también su pecado sería quitado. Solo Dios puede limpiar de todo pecado. (Mr. 2:7) El leproso no tenía duda de si Jesús podía o no sanarlo, sino de si Él quisiera hacerlo. Jesús no solo quiso hacerlo, sino que le extendió su mano ¡Y le tocó¡

El hombre fue sano, y Jesús le instruyó para que no lo divulgara y para que atendiera la ordenanza de la ley (Levítico 14:1-32), es decir, presentarse ante el sacerdote y este lo declare limpio. Sólo así, teniendo el visto bueno, no de Jesús, sino del sacerdote, podría reintegrarse a la vida social y religiosa. Vemos que Jesús le pide que cumpla la ley en ese aspecto. En este punto también los creyentes son observados, cuando se juzga a otros con dureza usando el texto bíblico, esperando que se obedezca el precepto, aunque se viole la ley del amor de Dios.

Para Meditar: En este punto también los creyentes pueden recibir un consejo espiritual, cuando juzgan a otros con dureza usando algún texto bíblico, esperando que se obedezca el precepto, aunque se viole la ley del amor de Dios.

Nota Doctrinal: En este capítulo se destacan varias sanidades. Cabe señalar que uno de los pilares doctrinales de la cristiandad se resume en esto: Cristo sana. Lo es, porque realmente Cristo sana, y en los evangelios se registra ese hecho una y otra vez. A los pentecostales se les ha acusado de exagerar estos aspectos milagrosos de la Palabra, incluso algunos de los hermanos de las denominaciones históricas, hablan de que los dones ya cesaron, que perdieron vigencia. Sin embargo, esta creencia tiene como base no solo la Palabra, no solo la promesa, sino la experiencia. En las celebraciones nada más común que orar por los enfermos con el posterior testimonio que muestra que ha sanado, aun contra todo pronóstico médico. En las filas cristianas sigue viviendo más de un hermano que la ciencia médica había declarado desahuciado, y lo habían enviado a su casa para que muriera junto a los suyos.


Iconos Explicados:


NOTA DOCTRINAL:
lo enseñado por Jesús o los Apóstoles se ha convertido en una doctrina fundamental de Las Asambleas de Dios y las Iglesias Pentecostales.


PARA MEDITAR:
del texto bíblico se deriva una serie de pensamientos que no solo se estudian sino que se aplican a la vida del lector.


TEXTOS CONTROVERSIALES:
el texto o los textos comentados se interpretan de una manera distinta, dentro del mismo campo pentecostal o por otras confesiones evangélicas.


NOTA DE CARÁCTER ETICO:
el texto bíblico se analiza para definir una postura evangélica pentecostal sobre asuntos que enfrenta la iglesia en la vida moderna.


NOTA LITURGICA:
la Escritura proporciona guías espirituales sobre el orden del culto, tanto por lo que concierne a los oficiantes, como la celebración misma.

NOTA SOCIOLOGICA:
el comentario al texto se enriquece con opiniones y estudios socio/económicos de actualidad.

 

NOTA HISTORICA :
el comentario al texto es fortalecido con referencia de usos y costumbres de las tierras bíblicas y el mundo circundante.