La oración y la regla de oro, Mt 7:7-12 (Lc 11:9-13; 6:31)
Mateo 7:7-12 "Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. 8 Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. 9 ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? 10 ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? 11 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan? 12 Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas."

Esta es la única parte en la biblia donde el Señor Jesucristo da carta abierta para las peticiones. No hay obstáculos para pedir, si pides se te va a dar, si buscas, vas a encontrar y si llamas se te va a abrir. Cuando Cristo usa la palabra todo, está incluyendo a cada persona que quiera hacer este tipo de peticiones, no importa el nivel socioeconómico, religioso o académico, “todo aquel que pide…”.

Nota Doctrinal: La herramienta más poderosa que Dios concedió a sus hijos es la oración. Él es soberano y omnisciente, para nuestra enseñanza decidió dejarnos la dinámica de la oración. La pregunta es si nada más nos quedamos con la oración de petición, y dejamos de lado la oración de adoración y de servicio. Ahora, ¿en calidad de qué nos acercaríamos a Dios para esta triple petición? El mismo Señor Jesucristo nos da la respuesta al presentar la analogía del padre terrenal que jamás daría algo que dañara a su hijo. ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? (Mt 7:9). Bajo la figura de un hijo que pide, que busca y que llama es como Cristo presenta esta hermosa enseñanza. ¿pides salvación? Dios la ha provisto a través de Jesucristo, “porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo” (Ro 10:13) ¿buscas paz? Jesucristo dijo: “ La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo” (Jn. 14:27) ¿quieres llamar para ser escuchado? “Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano” (Is. 55:6)

Para Meditar: El Señor Jesucristo pone en su justa dimensión la bondad de Dios y la maldad del hombre. Él nos dice: “a pesar de su maldad como hombres, existe un resquicio en sus almas de bondad que hace que protejan a sus hijos, sus hijos les piden cosas y ustedes les conceden sus peticiones”, pues bien, si ustedes hacen eso con sus hijos, ¿piensan que Dios actuará diferente, quien es lo máximo en bondad? ¡por supuesto que no!

¿Cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan? (Mt 7:11) ahora bien, Lucas describe puntualmente cual es esa buena cosa que Dios nos da si se la pedimos: ¿Cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan? (Lc. 11:13). Bien por Lucas, quien nos complementa la información. Es el corolario de esta enseñanza, es la gran bendición de todo creyente, las arras de nuestra herencia, pero también la llenura del Espíritu Santo como una experiencia subsecuente a la salvación.

Nota Sociológica: En la modernidad existe la figura del Estado Benefactor o Estado de Bienestar, algunos piensan que este ha querido sustituir al Padre como proveedor y como protector de la sociedad. Se entiende por Estado Benefactor todas aquellas políticas públicas que este desarrolla e implementa para otorgar seguridad social, educativa, económica y de salud a la población, principalmente de la de bajos recursos económicos.

Sin embargo, aunque las sociedades modernas puedan suplir sus necesidades a través de organismos e instituciones gubernamentales, siempre habrá la necesidad espiritual la cual solo el evangelio de Jesucristo podrá suplir.