La puerta estrecha, Mt 7:13-14 (Lc. 13:24)
Mateo 7:13-14 "Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; 14 porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan."

No siempre la mayoría tiene la razón. Una vez más, Jesucristo enseña con una analogía, en este caso son una puerta y un camino. En varias ocasiones la biblia enseña de grupos pequeños como los que cuida nuestro Padre celestial. “No temáis, manada pequeña; porque al Padre ha placido daros el reino” (Lc. 12:32).

En varias ocasiones el Señor Jesucristo advirtió sobre lo arduo que era seguir sus enseñanzas, pareciera que quisiera desanimar a sus posibles seguidores. Cuando aquel hombre le dijo: “Señor, te seguiré adondequiera que vayas” (Lc. 9:57), la respuesta de Cristo no fue “¡muy bien, te felicito! Llena el formulario para que seas miembro de nuestro grupo”. Al contrario, Él le respondió: “Las zorras tienen guaridas, y las aves de los cielos nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza” (Lc. 9:58).

Por una puerta angosta no se pasa con facilidad y no se puede caminar a gusto por una carretera estrecha, así es como Cristo marca lo difícil que es seguirlo. La vida del cristiano y sus vicisitudes por supuesto que está bien marcadas en la palabra de Dios, pero también en el clásico de Juan Bunyan “El Progreso del Peregrino”, el cual narra a través de un sueño la larga y difícil travesía de un fiel creyente, a quien llama “Cristiano” hasta la Ciudad Celestial.

Este viaje lo inicia después de conocer que su ciudad será destruida por el Rey más Justo, Cristiano sale huyendo pero en el camino se encontrará con Evangelista que le instruye y le da la buena noticia de salvación y después de diferentes encuentros con personas y circunstancias que le impiden su viaje como el collado de dificultades, el mismo diablo Apolion y el valle de sombra de muerte, recibe ayuda de Buena Voluntad, Intérprete y Fiel entre otros para llegar por fin a la Ciudad Celestial.

En una sociedad permisiva como la del siglo XXI, por supuesto que suena chocante la premisa de Cristo. Cuando se ha decretado la muerte de los meta relatos – donde se incluye la biblia- cuando todo pasa bajo el paraguas de los Derechos Humanos de las minorías, cuando las verdades se han tornado relativas y el estilo de vida es indolente, el mensaje de Cristo en estos dos versículos suena desafiante para despertar a una sociedad que cree que saldrá bien librada de su marasmo espiritual, “porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan (Mt 7:14).