La declaración ustedes sabéis… confronta a los discípulos. Las enseñanzas y señales debieron abrir los ojos y el entendimiento de los discípulos, pero muchas ocasiones la dureza de corazón es más fuerte e impide la comprensión de los asuntos espirituales (Mr 8:17,18). Las palabras de Tomás muestran la condición de los discípulos: no sabían ni el camino, ni el lugar.