Jesús preparó a sus discípulos para los momentos de persecución y sufrimiento por causa de su nombre. Cuando tuvieran que sufrir el odio del mundo, recordarían que su Señor y Maestro ya sufrió la persecución en carne propia.
Al mismo tiempo que los prepara para las adversidades, los conforta con un mensaje positivo: habrá quienes creerán la palabra de los discípulos. De la misma manera que ellos han guardado la palabra de su Maestro, habrá personas del mundo que al escuchar la palabra de los discípulos la obedecerán.
Para Meditar: Siempre será fortificante convivir con creyentes que aman al Señor profundamente como nosotros. No importa la superficialidad de algunos o el rechazo de muchos; la iglesia militante siempre será triunfante.
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