La palabra “permanecer” se encuentra en este pasaje 10 veces. Ninguna rama va a producir fruto si está aislada de la vid. De igual forma ningún cristiano producirá el fruto debido si está separado de Cristo. La permanencia es una acción, una actividad del corazón y de la voluntad del cristiano. Es el ejercicio voluntario de los lazos establecidos con Cristo, por la sumisión y el amor, de manera que la vida de Cristo, “y yo en vosotros”, pueda ser ejercitada como una realidad consciente.