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Las bodas de Caná, Jn 2:1-12  

Jn 2:5-6 “Su madre dijo a los que servían: Haced todo lo que os dijere. Y estaba allí seis tinajas de piedra para agua, conforme al rito de la purificación de los judíos, en cada una de las cuales cabían dos o tres cántaros” 

María se dirigió a los que servían puesto que ella era conocida y seguramente sería escuchada. Era evidente el problema que había en la boda y ante la respuesta de Jesús, ella rápidamente solicitó que se hiciera todo como el mandara. Esta indicación les da la oportunidad, a todos los presentes, de ser testigos del primer milagro de Jesús, y el inicio su ministerio.

Juan describió que en aquel lugar que había seis tinajas de piedra, aparentemente vacías (v. 7) las cuales servían para el rito de la purificación de los judíos. Este rito consistía en el lavado de las manos antes de cada comida (Algunos judíos se lavaban las manos tres veces, durante y después de los alimentos). Se requería de mucha agua para este rito, puesto que este tipo de fiestas duraban aproximadamente una semana y había muchos invitados que venían desde lejos. Las tinajas eran de gran tamaño, algunos consideran que cada tinaja contenía dos o tres cantaros de agua.1 Sin embargo, según lo dicho por Jesús, también estaban vacías (V. 7).

1 Earld D. Radmacher, Ronald B. Allen, H. Wayne House, Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia, Editorial Grupo Nelson. .