El amor de Dios es TAN grande que a pesar de que el ser humano, su creación, le dio la espalda, envió a su Hijo NO para condenar al mundo, que es lo que el hombre merecía, sino para que pueda alcanzar la salvación: “para que el mundo sea salvo por él”.
Del versículo 15 al 18 se repite 5 veces la palabra “creer”. Aquí está la base de la salvación, del ya mencionado nuevo nacimiento. El mensaje es claro: el requisito para obtener la salvación es CREER, es tener FE en Jesucristo.