La samaritana está pensando en las cosas terrenales. El pozo medía cerca de treinta metros de profundidad. Además, ese pozo había sido perforado por Jacob aproximadamente en el año 1908 a.C., y aún seguía funcionando. Al igual que Nicodemo, la mujer no entiende el significado espiritual de las palabras del Señor, pregunta: ¿De dónde? ¿Acaso? “Las cosas espirituales deben discernirse por el Espíritu de Dios”.