Jesús sana a una mujer en el día de reposo, Lc 13:10-17  

Lc 13:16 “Y a esta hija de Abraham, que Satanás había atado dieciocho años, ¿no se le debía desatar de esta ligadura en el día de reposo?”.

“Y a esta hija de Abraham”. Es interesante la descripción que Jesús da acerca de esta mujer. Si es una alusión a su nacionalidad judía, entonces en la sinagoga todos son hijos de Abraham. Sin embargo, puede se puede hacer una implicación con la descendencia de Abraham por medio de la fe y las acciones. Esta mujer es puesta como ejemplo de fe para los discípulos y para los judíos que acosaban constantemente a Jesús.

¿no se le debía desatar de esta ligadura en el día de reposo? Es indispensable para Lucas dejar bien claro que Jesús hacía las sanidades en el día de reposo, pues como buen conocedor del texto del Antiguo Testamento, registra la evidencia de la restauración de Israel y la llegada del Mesías como “aquel día” (Isaías 29:18-24; 35:5-6; 42:1-7, Jeremías 31:4-14 y 33:6-11)

La presencia y actividad de Jesús en el día de reposo era la prueba más contundente de la restauración de Israel y por lo tanto, que Jesús era el Mesías.

Desde la perspectiva bíblica Jesús no profanó el día de reposo (Mateo 12:5-6). Y desde la tradición oral enseñada por los rabinos de su tiempo tampoco profanó el día de reposo al sanar a esta mujer. Se profana el Shabat en el caso que una vida humana está en peligro: Pikua´h Nefesh, aún si hay duda si existe peligro o no.

Está escrito efectivamente en Levítico 18:5: “Observaréis mis estatutos y mis ordenanzas destinadas a hacer vivir al hombre” (y no a causarle la muerte: de los cual se deduce la obligación de violarlos cuando existe peligro de muerte)

Esto marca clara distinción entre la actitud de Jesús hacia los enfermos en el día de reposo. Él esperaba que sus discípulos entendieran realmente el significado de este día.

Para Meditar: Jesús estaba más ocupado en hacer el bien en este día muy importante. Donde los demás veían una persona atada, Jesús veía una mujer libre. Donde todos veían una enfermedad que puede esperar, Jesús veía una urgencia de vida o muerte. Donde todos veían las leyes del día de reposo, Jesús veía el día de la restauración de Israel. Por otra parte, encontramos el contraste entre la mujer y el líder de la sinagoga. Donde el líder ve el día de reposo, la mujer ve a Jesús. Donde él ve una falta a las leyes de la sinagoga, la mujer ve el momento apropiado para glorificar a Dios. Donde el líder ve el día de reposo profanado, la mujer ve la profecía cumplida. Sin duda este fue un mensaje directo a los líderes de todos los tiempos, no dejar pasar la visitación del Señor. Una lección para nosotros. Las demasiadas ocupaciones, costumbres y prioridades mal establecidas pueden evitar la visitación de Dios a su iglesia.