Arrepentíos o pereceréis, Lc 13:1-5  

Lc 13:4-5 “O aquellos dieciocho sobre los cuales cayó la torre en Siloé, y los mató, ¿pensáis que eran más culpables que todos los hombres que habitan en Jerusalén? Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente”.

La respuesta de Jesús a esta esta pregunta es un “no” enfático. Esto se deja ver por la palabra giega “οuchi” que es una negación intensa y enfática. No, de ninguna manera. No siempre el pecado de una persona es la causa de su sufrimiento. Jesús les deja claro que la doctrina, que guía su causa, no está bien fundamentada. Se observa que estos que habían llegado tenían como premisa que todos los galileos son pecadores, solamente que estos que murieron en este evento eran más pecadores.

Fue clara la intención de Jesús en la enseñanza mostrar que el camino es a través del arrepentimiento de sus pecados. De otra manera recibirían la muerte eterna (Hch 3:19). Enseñándoles que no existe relación necesariamente entre el sufrimiento y el pecado de la persona.

Es notable el uso de este pronombre indefinido “algunos” por Lucas, en este versículo. No los identifica a estos como discípulos. Estos de seguro vinieron con un propósito especial.

La expresión “que le contaban acerca de los galileos cuya sangre Pilato había mezclado con los sacrificios de ellos” nos indica la intención de estos invitados inesperados. Era nada más y nada menos que hacer una prueba sobre la lealtad de Jesús de Nazaret, el galileo, con el sentimiento bélico nacional.