Jesús sana a un hidrópico, Lc 14:1-6  

Lc 14:4-6 “Mas ellos callaron. Y él, tomándole, le sanó, y le despidió.Y dirigiéndose a ellos, dijo: ¿Quién de vosotros, si su asno o su buey cae en algún pozo, no lo sacará inmediatamente, aunque sea en día de reposo? Y no le podían replicar estas cosas.".

Un hombre con hidropesía se encontraba en enfrente de Jesús, en primera fila. ¿Qué hacía este hombre allí? Lucas lo describe así: Y he aquí estaba delante de él un hombre hidrópico. (Esa enfermedad consiste en una hinchazón de las extremidades debido a la retención de líquidos). A juzgar por el contexto, probablemente este hombre había sido colocado en un lugar de honor por el anfitrión con toda intención. Jesús sabía de antemano de este artificio sutil y sus primeras palabras van dirigidas a los dos grupos como uno solo.

El mandamiento de no trabajar en día de reposo (Dt 5:12-14)no incluía el rescatar a un animal que estuviera en peligro accidentalmente. Seguramente que violaban la prohibición en variadas formas. Según Lucas, Jesús realizó 5 milagros en días de reposo: (4:31,38;6:6;13:10,14, 14:4)

Nota doctrinal: Este texto deja ver la soberanía divina de Dios en la sanidad divina. Este es otro caso, como el de la mujer con un espíritu de enfermedad, que evidencian una necesidad. No hay registro de una petición pública para la intervención de Jesús, sin embargo, Jesús toma la iniciativa para sanar

Para meditar: Es imponente esta descripción tan sencilla de Lucas. La Biblia de las Américas lo traduce así “…Y El, tomándolo de la mano…” Ante el sufrimiento, Jesús no se hace indiferente. Él pudo ordenar solamente y la sanidad hubiera ocurrido. Pero el decide tomar de la mano a este hombre para comunicarle su intención, y he aquí otro cuadro para la galería de la fe. El mismo que con su voz separó las aguas en el principio, ahora decide separar las aguas en el cuerpo de un hidrópico con sus propias manos. ¡Lo hizo otra vez! Nada se puede resistir al toque poderoso del mismo Dios encarnado. Si lo hizo en el pasado, el mensaje de sus manos es el mismo: ¡El quiere y puede hacerlo otra vez!

El toque de Jesús cambió la vida de este hombre. Pasó de ser un hombre enfermo de hidropesía,a un hombre sano, de ser la carnada de una trampa a un hombre libre.