El joven rico, Lc 18:18-30

Lc 18:23“Entonces él, oyendo esto, se puso muy triste, porque era muy rico".

Aquel hombre amaba mucho sus riquezas, no fue suficiente la forma amorosa con la que Cristo le había respondido, la alegría que había sentido cuando le preguntó a Jesucristo, el postrarse y decirle maestro bueno, enfrente de todos los que le escucharon, sabiendo que era uno de los principales del pueblo, se esfumó muy rápido.