Existe similitud pero también algunas diferencias entre los siguientes relatos: Mateo escribe “al salir de Jericó, dos ciegos” (Mt 20:29-34), Marcos “al salir de Jericó, Bartimeo el ciego, hijo de Timeo” (Mr 10:46-52), y Lucas menciona “acercándose a Jericó, un ciego”. Por lo que se considera que es el mismo suceso, el cual fue ampliamente conocido en la iglesia primitiva. Lo que pudo haber ocasionado las pequeñas diferencias, es que, aunque fueran dos ciegos (era costumbre de la época que los ciegos se pusieran a la orilla de los caminos para pedir limosna), sólo uno de ellos habló directamente con el Maestro y de ahí la diferencia en el número de personajes en cuestión.
Como respuesta a su pregunta sobre el alboroto que oía, escucha un título. Por esa descripción de Jesús, se puede deducir que no fue un discípulo el que le respondió, ya que el calificativo nazareno se lo daba el pueblo para diferenciarlo de otros hombres con el mismo nombre.