Esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que viniendo de continuo me agote la paciencia”. Qué incongruencia entre lo que era este juez y la acción que realizó, ¿A cuántos hombres habría defraudado?, no tenía temor de Dios; sin embargo, a esta indefensa mujer decidió hacerle justicia, ¿Por qué? Tal vez porque le importaba su privacidad y comodidad, la presencia de esta mujer le molestaba y por eso quiso deshacerse de ella. Quizá conociendo que no daría sobornos como los ricos y que la sociedad la protegía por ser una viuda no tuvo más opción que acceder a su petición.