Parábola de las diez minas, 19:11-27

Lc 19:12-14“Dijo, pues: Un hombre noble se fue a un país lejano, para recibir un reino y volver. Y llamando a diez siervos suyos, les dio diez minas, y les dijo: Negociad entre tanto que vengo. Pero sus conciudadanos le aborrecían, y enviaron tras él una embajada, diciendo: No queremos que éste reine sobre nosotros".

Nota Histórica: El trasfondo histórico para la parábola de las diez minas está evidentemente relacionado con ambiente socio-político de la época. Según el historiador Josefo, Arquelao, uno de los hijos de Herodes el Grande, se había marchado a Roma para que el Emperador Augusto le concediera reinar sobre un territorio de palestina. Al enterarse los judíos, buscaron todos los medios para impedirlo porque lo aborrecían por todas las fechorías que había cometido, así que, enviaron al emperador una delegación para que impidiera se le otorgara dicho reino. Al parecer, los planes de Arquelao no se llevaron a cabo, pues no le concedieron su petición. De la misma manera, pero en un plano mucho mayor, el Señor Jesús enseña a través de esta parábola, que él retornaría a su Padre celestial para la confirmación de su autoridad divina y no regresaría a este mundo sino hasta después de un largo período de tiempo a fin de reinar a plenitud sobre sus súbditos.

En el desarrollo de la parábola, el hombre noble llama a diez de sus siervos y le da a cada uno una mina y una orden terminante: negociad. Es decir, hagan producir el dinero ya sea en negocios, transacciones o invirtiéndolo de manera que produzca ganancias, entre tanto que él regrese. La mina se refería a una moneda no judía, sino griega; la libra griega equivaldría en el sistema monetario judío a 100 dracmas. El dracma equivalía, a la vez, a un denario romano que era el salario diario de un soldado, así que equivaldría a 100 días de trabajo o poco más de tres meses de salario. Pero ¿Qué representa la mina? En este contexto de la parábola, la mina representa la tarea que cada uno debe de cumplir especialmente en la evangelización del mundo.

Las palabras entre tanto que vengo dichas por el hombre noble encierran la verdad central de esta parábola. Si los siervos a quienes confió una mina, se refiere a los discípulos de Jesús, entonces, la parábola describe cuál debe ser la función o responsabilidad de cada creyente en el tiempo que transcurra entre la ascensión de Cristo al cielo y su segunda venida en gloria. Los siguientes versículos presentan las diferentes reacciones que pueden tener aquellos que han recibido esta tarea.