Muchos sanados al ponerse el sol, Lc 4:40,41 (Mt 8:16,17; Mr 1:32-34)  

Lc 4:40-41 “Al ponerse el sol, todos los que tenían enfermos de diversas enfermedades los traían a él; y él, poniendo las manos sobre cada uno de ellos, los sanaba. 41 También salían demonios de muchos, dando voces y diciendo: Tú eres el Hijo de Dios. Pero él los reprendía y no les dejaba hablar, porque sabían que él era el Cristo.” 

Las multitudes se empezaron a acercar a Jesús con el propósito de ser sanados, seguramente habían escuchado de las sanidades que él había hecho en otros lugares. Jesús mostraba su amor desinteresado al poner sus manos sobre ellos, el sumo sacerdote era inalcanzable, los fariseos y los saduceos habían puesto cargas que ellos mismos no podían llevar, ni querían cumplir. Pero he aquí un hombre enviado de Dios al cual no le importaba el tipo de enfermedad que tuvieran, el se acercaba y caminaba entre la multitud sin temor y con amor gracia y autoridad de Dios. Ponía sus manos sobre cada uno y los sanaba.

Para meditar: Las tres áreas del ministerio de Jesús que le dieron la fama no buscada, fueron: la enseñanza de la palabra de Dios con autoridad, la sanidad de los cuerpos físicos y la liberación de las personas atormentadas por los demonios. Dado que para algunos estos temas son controversiales, habrá que señalar que para el investigador Lucas no lo son, toda vez que la intención de este médico amado fue poner de relieve la ministración llevada a cabo con el poder del Espíritu por el Señor Jesucristo.

En notas anteriores se hace alusión al hecho de que Jesús no anduvo buscando personas endemoniadas, pero la confrontación espiritual con este tipo de seres malignos, por supuesto que fue inevitable. En este pasaje dice: “…También salían demonios de muchos, dando voces y diciendo: Tu eres el Hijo de Dios”. Donde está la presencia de Jesucristo a través del Espíritu Santo, está también su poder, su autoridad y su unción. Las manifestaciones demoniacas son tema de discusión hoy en día y muchos misioneros carismáticos o no, dan cuenta de ello en sus reportes de campo donde ellos han prestado sus servicios. Por su puesto que esto no es privativo de las culturas autóctonas, en el mundo moderno y posmoderno también siguen activos estos agentes del mal, actuando más sofisticadamente, pero haciendo el mismo daño.

Para meditar: Tal y como Jesús ejerció con poder este ministerio de liberación, así también son llamados a ejecutar este tipo de ministerio los discípulos posmodernos del Señor Jesucristo, fundamentados en la experiencia pentecostal descrita y prometida directamente por Jesús en Hch 2:8. Así como la promesa descrita en Lc 10:19.

La respuesta de Jesús para no dejar hablar a los demonios revela que no era el tiempo para darse a conocer de manera masiva. Él sabía los tiempos exactos para cada etapa de su ministerio en esta tierra, la agenda exacta del proceso hacia el calvario la llevaba Jesucristo mismo. Satanás y sus demonios no son omniscientes, él pudo suponer o sospechar lo que se avecinaba, pero aquí se cumple lo que años después compartió el apóstol Pablo (1 Co 2:8).