LUCAS CAPÍTULO 6

Los discípulos recogen espigas en el día de reposo, Lc 6:1-5 (Mt 12:1-8; Mr 2:23-28)  

Lc 6:1-5 “Aconteció en un día de reposo, que pasando Jesús por los sembrados, sus discípulos arrancaban espigas y comían, restregándolas con las manos. 2 Y algunos de los fariseos les dijeron: ¿Por qué hacéis lo que no es lícito hacer en los días de reposo? 3 Respondiendo Jesús, les dijo: ¿Ni aun esto habéis leído, lo que hizo David cuando tuvo hambre él, y los que con él estaban; 4 cómo entró en la casa de Dios, y tomó los panes de la proposición, de los cuales no es lícito comer sino sólo a los sacerdotes, y comió, y dio también a los que estaban con él? 5 Y les decía: El Hijo del Hombre es Señor aun del día de reposo." 

¿El fin justifica los medios? Pareciera ser que sí, pero la realidad es que una vez más los fariseos le hacen una pregunta a Jesús relacionada con la ley de Moisés enfatizando por supuesto sus tradiciones. Pareciera ser que los discípulos estaban entendiendo que la dinámica del ministerio estaba basada en la libertad y en las sanas motivaciones de sus corazones.

Por dichas razones, los discípulos sin mediar pregunta ni permiso alguno de parte de Jesús y debido al apetito que sentían empezaron a comer de los sembradíos por los cuales iban pasando. ¿Recordaban que era un día de reposo? Es muy probable que sí, sin embargo, con ellos estaba Jesús, su líder y Mesías, los discípulos estaban conscientes de la presencia de los fariseos y es muy probable que anticiparan un enfrentamiento por este hecho.

Ahora bien: en ocasiones nacen grupos con intenciones sanas de una reforma espiritual, tal es el caso de los fariseos, algunos piensan que este grupo se origina a partir de las reformas religiosas llevadas a cabo por el sacerdote Esdras, en la época de Nehemías cuando Dios les usa para reconstruir los muros derribados y las puertas quemadas de la ciudad de Jerusalén, así como la restauración del culto a Jehová de los ejércitos. A partir de ahí fueron tomando consistencia en sus prácticas espirituales y en la observancia de la ley de Moisés. Pero como sucede en muchas ocasiones, a la citada ley de Moisés este grupo le fue añadiendo sus propias interpretaciones y prácticas, las cuales en los tiempos de Jesús habían tomado un curso insoportable para los judíos porque como acusara el mismo Cristo en Mateo 23:4: “… atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres; pero ellos ni con un dedo quieren moverlas”.

Los fariseos pues, eran una de las facciones político-religiosas que hicieron una fuerte presencia durante el ministerio de Jesús en la tierra. Aunque tenían sus diferencias con los Saduceos, los Herodianos y con los Zelotes y como trataban de defender una causa que perjudicaba a todos, se hacieron acuerdos no escritos para estorbar al oponente, por eso se puede ver a estos grupos constantemente atacando, cuestionando y estorbando el fructífero y poderoso ministerio de Cristo.

Sumando, para los tiempos de Jesús, los Fariseos estaban bien posicionados en la sociedad política y religiosa para incidir en las decisiones de la nación. Su trabajo preferente era ser maestros de la ley, interpretarla y aplicarla aunque estuvieran lejos de ser hacedores de la misma, el mismo Jesús les recordó este hecho en Mateo 23:1-7: “…En la cátedra de Moisés se sientan los escribas y los fariseos. Así que, todo lo que os digan que guardéis, guardadlo y hacedlo; más no hagáis conforme a sus obras, porque dicen, y no hacen…”.

Para meditar: ¿Los cristianos nacidos de nuevo están bajo la reglamentación del antiguo pacto? La abundante evidencia bíblica neotestamentaria dice que no: Jesús dio por terminado el antiguo pacto en Lucas 22:20: De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: “Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama”. El Espíritu Santo bajo la mano del apóstol Pablo lo confirmó en Romanos 6:14: “Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia”.

La contundente declaración en la epístola a los Corintios 3:1-17 es concluyente:  el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica…  y no como Moisés, que ponía un velo sobre su rostro, para que los hijos de Israel no fijaran la vista en el fin de aquello que había de ser abolido.  Pero el entendimiento de ellos se embotó; porque hasta el día de hoy, cuando leen el antiguo pacto, les queda el mismo velo no descubierto, el cual por Cristo es quitado…  Pero cuando se conviertan al Señor, el velo se quitará.  Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.

El Señor Jesucristo en Marcos 2:27 concluyó lo siguiente: “…El día de reposo fue hecho por causa del hombre, y no el hombre por causa del día de reposo”.


Iconos Explicados:


NOTA DOCTRINAL:
lo enseñado por Jesús o los Apóstoles se ha convertido en una doctrina fundamental de Las Asambleas de Dios y las Iglesias Pentecostales.


PARA MEDITAR:
del texto bíblico se deriva una serie de pensamientos que no solo se estudian sino que se aplican a la vida del lector.


TEXTOS CONTROVERSIALES:
el texto o los textos comentados se interpretan de una manera distinta, dentro del mismo campo pentecostal o por otras confesiones evangélicas.


NOTA DE CARÁCTER ETICO:
el texto bíblico se analiza para definir una postura evangélica pentecostal sobre asuntos que enfrenta la iglesia en la vida moderna.


NOTA LITURGICA:
la Escritura proporciona guías espirituales sobre el orden del culto, tanto por lo que concierne a los oficiantes, como la celebración misma.

NOTA SOCIOLOGICA:
el comentario al texto se enriquece con opiniones y estudios socio/económicos de actualidad.

 

NOTA HISTORICA :
el comentario al texto es fortalecido con referencia de usos y costumbres de las tierras bíblicas y el mundo circundante.