Jesús resucita al hijo de la viuda de Naín, Lc 7:11-17  

Lc 7:11-12 “Aconteció después, que él iba a la ciudad que se llama Naín, e iban con él muchos de sus discípulos, y una gran multitud Cuando llegó cerca de la puerta de la ciudad, he aquí que llevaban a enterrar a un difunto, hijo único de su madre, la cual era viuda; y había con ella mucha gente de la ciudad.” 

Pasado el evento con el siervo del centurión encontramos que Jesús se encaminó a una pequeña ciudad que se llamaba Naín. Esta localidad sólo se menciona en esta ocasión. El topónimo ha dado qué discutir a los comentaristas pues teniendo muy poca referencia es difícil determinar su localización actual. Hendriksen dice que se debe tratar de la contemporánea Nein4, a 10 km de Nazaret y perteneciente a la tribu de Isacar, quitando la duda de que era una ciudad gentil. Eusebio la ubica a 20 Km al sur del Monter Tabor, cerca de Endor5.

Para meditar: El Maestro se dirigía deliberadamente a Naín pues tenía un propósito, su itinerario ese día no era obra de la casualidad, sino del plan deliberado desde antes de la fundación del mundo. Cuando un creyente le da su vida a Jesús ya no hay casualidades, nada es obra del azar, tenemos ahora un propósito exacto, al igual que ese día, sin ella saberlo, una viuda triste encontraría un final feliz.

4 William Hendriksen, Comentario al Nuevo Testamento, Evangelio según San Lucas, (Libros Desafío, 1990)372
5 Avraham Negev, The Archaeological encyclopedia of the Holy Land, 1990.