El Señor todo lo sabe. Sin embargo él quería dar la sanidad completa a la mujer, puesto que para que la enferma estuviera bien, no solo debía recuperar su salud, sino su posición en la sociedad y en la sinagoga. ¿Quién me ha tocado? Pregunta absurda para el sanguíneo Pedro, de lengua y pensamiento rápido. Con tono fastidiado y hasta condescendiente con su Señor pretende aclarar lo que no sabe: ¿Maestro, la multitud te aprieta y oprime” y pretendes conocer a cada uno de los que te han tocado? Marcos 5:30 añade que el Señor sabía que no le tocaron a él, sino a sus vestidos. Jesús sabía que había salido poder de él, aunque fuera de los hilos de su manto. Se puede observar su mirada escudriñando a todos frente al repentino silencio de la multitud. Se puede sentir el latir del corazón ya fuerte y sano de la mujer, temblar más acelerado pues sabía que ella había hecho algo malo, sin el consentimiento del Salvador. (ver nota en Mr 5:27,28)